Amuleto

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AMULETO, ORGANISMOS DE VIDRIO

En la elaboración de sus obras Ana Navas ha utilizado materiales diversos, desde telas y metales hasta maderas, plásticos y papeles. En la exposición A veil as a Gaze del año 2024 en la Oude Kerk, Amsterdam, incorporó el vidrio a sus creaciones. La muestra que ahora comentamos, Amuleto, en Crisis Galería, Lima, ofrece un segundo momento de su trabajo con este frágil material.

En las piezas que componen Amuleto la artista utiliza el vidrio como soporte y a la vez como material de trabajo. Vidrio sobre vidrio. Esta amalgama es técnicamente arriesgada porque requiere de un doble paso de las piezas por el horno de alta temperatura – técnica de vitrofusión - y tal como comentaba Ana, ‘solo sabes lo que has hecho al final del proceso, cuando la obra se ha enfriado y la sacas del horno’. El fuego ha colaborado en la hechura de estas piezas únicas. Navas, en un gesto de humildad ante los materiales, ha dejado que sea la temperatura la que dé el último barniz a sus creaciones, y el resultado es que cada una de las piezas muestra una identidad creativa, la de Ana Navas, y un tipo de belleza híbrida y sensual, nacida del derretimiento controlado del vidrio en el horno.

Pero nada sería bello ni sensual sin el trabajo anterior al derretimiento, sin las marcas e intenciones de la artista, su mano visible en los contornos de las obras, en los colores y la composición de los fragmentos. Navas tiene un especial talento para decir, visualmente, cosas extrañas y atractivas. Me detengo por ejemplo en la obra titulada Destello y necesito demorarme ante ella. Destello me pide que la observe sin apuro y comienzo mi écfrasis – descripción detallada de una obra de arte - por el centro transparente en el que flotan cubos grises, irregulares, dando forma a una serie de círculos que se expanden hacia los bordes y se pierden bajo los trazos que establecen el contorno, en el que dominan el azul en varios tonos, el verde y el marrón aguado. Un momento. En el núcleo del destello hay algo más: un mosaico diminuto de colores vivos, y a su izquierda cuatro trazos finos que dibujan un cuadrado irregular todavía más chico que el mosaico. Destello es la suma estética de estos y otros fragmentos, suma que da como resultado un objeto activo, un organismo de vidrio. Para la artista, este (y cada) organismo surge de la metabolización de referencias claves en su fascinación por la estrecha relación entre los pioneros de la abstracción moderna y la espiritualidad. Así, la pieza fusiona tanto ‘destellos’ de obras de artistas como Hilma af Klint, Georgia O’Keeffe y Wassily Kandinsky, como la diversidad de fuentes que los inspiraron, entre ellas el simbolismo, la etnografía y la teosofía.

Ana Navas, mientras estudiaba arte, en busca de su expresión encontró la pintura abstracta y la combinó con el reciclaje de objetos de uso cotidiano, doméstico y comercial. En una conversación con Marisol Rodríguez, en mayo de 2021, señaló: ‘En general, mi obra se inspira en cómo las obras de arte y los movimientos artísticos pasados ​​influyen y circulan fuera de sus propios contextos’. Esta breve declaración nos muestra el camino que ha seguido, porque para una artista como Navas decir ‘fuera de contexto’ equivale a crear sus propios contextos. Por una parte está la abstracción, es decir la respuesta no figurativa al deseo expresivo, y por otra la realidad cotidiana, incluido el uso de patrones de arte abstracto en la moda y la publicidad. Ana Navas ha reflexionado sobre este complejo cruce del arte y la vida cotidiana en exposiciones como Zigzag & other Ws (2022) en Sperling, Munich, y la ya mencionada A veil as a Gaze (2024) en Amsterdam. En las obras reunidas en Amuleto la abstracción y sus fuentes espirituales están muy presentes, pero las referencias a lo cotidiano son sutiles, están difuminadas por efecto del fuego sobre el vidrio.

La lectura que hice de Destello es personal y creo que otro espectador o espectadora hará su propia composición mental de esta obra y cualquiera de las otras de Amuleto. Siempre estamos solos ante una obra de arte. Algo notable en este nuevo trabajo de Ana Navas es que otorga libertad a quien lo mira: es un trabajo creativo que invita a colaborar también creativamente en su significado; la persona que mira recrea el objeto que tiene ante sus ojos y, a su manera, lo hace suyo. Este efecto liberador de la relación entre obra y espectador enriquece el espíritu – un amuleto está hecho para propiciar el bien - lo que no es poco decir en los tiempos en que vivimos, donde la mayoría de las imágenes que circulan están al servicio de mensajes preconcebidos para cerrar espacios y controlar nuestra sensibilidad.

Ricardo Cuadros.
Amsterdam, marzo de 2025.

Las piezas fueron producidas en MAKE Eindhoven.