La obra de Flavia Gandolfo expresa una apuesta específica sobre la relación entre fotografía y realidad. Su trabajo emerge a fines de los años ochenta influenciado por los códigos visuales del retrato y la fotografía directa, para desplazarse poco después hacia un cuestionamiento del realismo fotográfico a través de la manipulación del proceso de copiado y luego hacia usos más experimentales del soporte fotográfico. Su desconfianza frente a la aparente objetividad del medio no significó, sin embargo, una resignación a los anhelos críticos de la fotografía, sino una búsqueda de significados políticos más allá
del ‘efecto de verdad’ de la imagen. – Miguel A. Lopez