Rayo purita o el futuro es aquello que llevamos en la espalda

“Posible poncho para un yatiri del Estado”, compuesto por los flecos del poncho del tejido tarabuqueño, alude a un fenómeno que se ha instaurado en los últimos años en Bolivia: la presencia infalible de un yatiri (brujo y sabio) en los eventos y rituales políticos más importantes del gobierno Evo Morales y de esa manera, indirectamente, al proceso de mitificación-indigenización del Estado boliviano. Remite también al Pujllay, una fiesta ritual que se celebra en Tarabuco, donde se rememora el enfrentamiento entre indios y españoles durante la guerra de independencia (y la victoria de los tarabuqueños ante los peninsulares).

“Guamán VI: Poeta y astrónomo” es parte de una serie de extremidades (manos, pies y accesorios) de las ilustraciones del cronista inca Guamán Poma de Ayala, el “que sabe el ruedo del sol y de la luna y eclipse y de estrellas y cometas” y guarda la memoria de su pueblo en los quipus. Recientemente la novia del vicepresidente de Bolivia vistió en su boda en Tiwanaku una versión estilizada de los trajes de las ilustraciones de Guamán Poma de Ayala.

“Amaru_7”: Las siete serpientes en círculo representan una etapa de renovación a partir de una nueva energía. Representan pues al rayo y su energía purificadora que abre un camino de luz y sabiduría. Las medias nylon con hojas de coca, conchitas y caracoles remiten a los ritos y a su uso ceremonial en el mundo indígena.

“Quesintuu”: Un tejido tarabuqueño a través de un bastidor sugiere la forma de la cola de una sirena adornada con dos caballitos de mar y una concha limeños. Estas “decoraciones” recuerdan los fetiches de plata cosidos a los tejidos que cubren el capó de los coches que se llevan al pueblo de Copacabana para la ch’alla (bendición) que se lleva a cabo el martes de carnaval. En este pueblo al borde del lago Titicaca se venera a la Virgen de Copacabana y quizás todavía de una manera menos evidente a Kopakawana, deidad prehispánica del agua y la fertilidad también asociada con las mujeres peces Quesintuu y Umantuu con quienes “pecó” Tunupa-San Bartolomé.

Textos por Valeria Paz